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DC Comics

Debate Geek: ¿El Joker está realmente loco o es el criminal más cuerdo y nihilista? Análisis

Publicado 5 Abr 2019 – 04:09 PM EDT | Actualizado 5 Abr 2019 – 04:09 PM EDT
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Se abre un nuevo Debate Geek, en esta oportunidad en torno al «Príncipe Payaso del Crimen», el siempre carismático Joker.

Considerado como uno de los peores criminales de Gotham –y de todo el universo DC– el Joker es un villano envuelto por un halo de misterio e intriga. Su accionar cruel y despiadado, al cometer asesinatos dignos de pesadilla, se suelen atribuir a una serie de enfermedades mentales; por eso es que Joker es un paciente recurrente del Asilo Arkham.

Para la mayoría de las personas, Joker es simplemente un enfermo, un lunático y demente peligroso que solo merece usar una camisa de fuerza y pasar el resto de sus días olvidado en una celda acolchonada. Pero lo más aterrador de este villano creado por Bill Finger, Bob Kane y Jerry Robinson es que su comportamiento y manera de pensar distan bastante de la locura. Por eso nos hacemos la pregunta: ¿el Joker está realmente loco?

Primero debemos entender: ¿Qué es la locura?

El término «locura» ya no puede usarse tan a la ligera, ya que con este se refiere ampliamente a un conjunto de distintos trastornos mentales. La American Psychiatric Association define a las enfermedades mentales como:

«trastornos de la salud que implican cambios en las emociones, el pensamiento o la conducta (o una combinación de estos). Las enfermedades mentales estás asociadas con la aflicción y/o con problemas para participar de actividades sociales, profesionales o familiares [...] Una enfermedad mental grave es un desorden mental, conductual o emocional [...] que resulta en una discapacidad funcional, la cual limita o interfiere sustancialmente con una o más actividades diarias. La depresión severa, esquizofrenia y el trastorno bipolar son algunos ejemplos de enfermedades mentales graves».

La esquizofrenia es señalada como un tipo de trastorno psicótico o psicosis, un estado mental en que el paciente pierde contacto con la realidad y se manifiestan delirios y alucinaciones visuales o sonoras que alteran su comportamiento y respuestas emotivas. Dicho de otra manera, hablamos de personas que en algunos casos no pueden vivir de forma normal en un entorno social estructurado, y que requieren tratamientos y cuidados especiales, ya que pueden causarse daño a sí mismos o a otros.

El comportamiento del Joker

El Príncipe Payaso es alguien cruel que parece encontrar placer o disfrute en el sufrimiento ajeno. Este comportamiento, aunque muchos lo pueden considerar aberrante, en realidad se denomina sadismo y está muy alejado de ser una psicosis. Aunque suele ser considerado una parafilia, el sadismo es una respuesta psicológica que no surge del simple placer sexual (aunque hay algo de eso), sino que se basa en el poder y el control. Un sádico suele ser alguien que experimenta diariamente algún tipo de situación que lo hace sentirse débil, por eso necesita retomar el control al dominar a alguien, a veces infringiendo dolor o humillando a su vćitima.

En Batman: The Killing Joke, el guionista Alan Moore plantea que Joker era un comediante fracasado que no puede mantener a su esposa embarazad. Es alguien desprovisto de poder que se esfuerza por proteger a alguien a quien ama más que a sí mismo, por eso decide cooperar en un robo con el fin de obtener parte del botín. Finalmente, es coaccionado a delinquir incluso después de que se entera de que su esposa y su bebé murieron en un accidente hogareño. Es en ese momento donde se suele decir que Joker sufre un «ataque de locura» que lo transforma en el monstruo psicótico que todos en Gotham temen. Pero eso en realidad no es cierto.

Según diversos psiquiatras forenses, como Vasilis K. Pozios o H. Eric Bender, Joker se muestra demasiado en control de sus actos y demuestra una lucidez de pensamiento tal que, desde un punto de vista clínico, es imposible que sea un psicótico.

En casos como el Joker interpretado por Heath Ledger, este villano se defendía diciendo que él no estaba loco, sino que era una «mejor clase de criminal», ya que no delinquía simplemente para obtener una ganancia, sino para enviar un mensaje. Esa clase de accionar es típica de un sociópata; alguien que no tiene remordimientos por su accionar criminal y no experimenta empatía sobre el daño que causa, ya que considera que sus acciones son inherentemente más importantes que cualquier cosa. Esto no tiene un carácter exclusivamente negativo, de hecho hay casos de sociópatas que son muy funcionales a nivel social, e incluso pueden ocupar cargos públicos, como políticos o policías, y formar hogares sanos con una pareja e hijos. Para ser precisos, Joker es una versión criminal de un sociópata.

Joker como psicópata

En la gran mayoría de sus crímenes y representaciones en diferentes medios, Joker ha mostrado síntomas de psicopatía, un trastorno de la personalidad antisocial que suele ser mal catalogado como enfermedad mental y es uno de los diagnósticos más debatidos por los psicólogos y psiquiatras en la actualidad.

Joker disfruta actuar siguiendo sus impulsos antisociales porque no le importa el resultado y piensa que nada es verdaderamente importante o valioso. Desde su punto de vista, la única manera de enfrentar a un mundo tan cruel como el nuestro, es considerándolo un chiste, riéndose de como los poderosos siguen explotando a los pobres y la muerte alcanza inexorablemente a todos, para después desaparecer en el olvido.

Muchos especialistas concuerdan en que no existe actualmente un tratamiento para la psicopatía que sea a la vez, eficaz y humano –en el pasado se practicaba la lobotomía, una práctica actualmente considerada barbárica e ilegal en algunos países–. Por eso es poco probable que Joker mejore simplemente encerrándolo en un asilo o haciéndolo participar de terapias, ya que el ambiente mismo de Arkham es depresivo e induce al comportamiento agresivo en sus internos.

En algunas versiones, Joker clama tener varias personalidades o presentar un comportamiento iracundo explosivo, y asesina a personas por los motivos más mundanos, o sin motivos sólidos. En este sentido, es posible hablar de Trastorno explosivo intermitente, o del síndrome Amok, dos tipos de problemas psiquiátricos que son una respuesta psicosomática a un entorno agresivo o violento, y que pueden estar ligados o no a desórdenes de personalidad y psicosis, pero es algo aún en discusión. Asimismo, el síndrome de Amok puede manifestarse en psicópatas.

Conclusión

Aunque los doctores de Arkham y hasta al propio Batman les moleste; debemos llegar a la conclusión de que Joker no solo esta cuerdo; sino que es uno de los criminales más cuerdos y nihilistas que jamás se hayan creado. Su forma de actuar es simplemente una respuesta a su entorno. Joker fue una víctima el tiempo necesario como para llegar a la conclusión de que la única manera de mantener la cordura, era convertirse en victimario en lugar de seguir entregándole su confianza a una sociedad cruel, a un sistema corrupto y a una humanidad egoísta y malvada.

Joker es el criminal que se atreve a mofarse de la naturaleza hipócrita del ser humano. Él es capaz de entender a la perfección todo el daño y dolor que causa; pero no le importa, simplemente piensa que todos, en cierto punto, merecemos sufrir. Y le hace gracia escuchar a personas que piensen lo contrario. Le hace gracia que no se den cuenta que la vida es un mal chiste.

¿Pero tú qué opinas?

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