Un paseo por Pripyat: ¿qué pasó después del desastre de Chernobyl?
Pripyat era una ciudad soviética ubicada en lo que hoy día es Ucrania, al oeste de Europa. La ciudad quedó completamente vacía tras el desastre de Chernobyl, la central nuclear ubicada a pocos kilómetros de distancia. Una falla de funcionamiento del reactor nº 4 generó el sobrecalentamiento del núcleo de la central nuclear y se produjo la explosión, el 26 de abril de 1986.
En la ciudad de Pripyat vivían, fundamentalmente, los trabajadores de la central y sus familias. Tras el desastre que envió toneladas de material radiactivo a la atmósfera la ciudad fue evacuada, pero la contaminación se expandió por todo Europa y parte de Asia. Actualmente es una ciudad fantasma en la que solo se pueden ver los esqueletos de los edificios, invadidos por la vegetación que, de algún modo, logró sobrevivir a los altísimos niveles de radiación.
Hoy en día pocas personas se aproximan a la ciudad de Pripyat y a la central nuclear, y quienes lo hacen deben tomar algunas medidas preventivas, además de ser completamente conscientes del riesgo al que se exponen.
Algunos científicos han dedicado su carrera a investigar cómo se siguió desarrollando la vida allí, utilizando el lugar como un gran laboratorio. Por otro lado, también se acercaron periodistas y artistas para captar algunas de las imágenes más impresionantes de las ruinas de Pripyat.
El siguiente vídeo está en inglés, pero vale la pena solo mirarlo por las impresionantes imágenes que muestra. Se trata de un joven apasionado de la ciencia que se animó a adentrarse en Pripyat y aproximarse a la central nuclear. El vídeo fue tomado de su canal de YouTube y no está disponible con subtítulos, pero igualmente míralo: las imágenes hablan por sí solas.
Cuando las autoridades dijeron a los habitantes que debían evacuar les dijeron que solo sería por dos semanas, así que dejaron casi todas su pertenencias en sus casa. Nunca volvieron y aún al día de hoy, los objetos, la ropa, los muebles, los juguetes de los niños y todas sus cosas permanecen intactas. Es mucho más que una ciudad vacía, es una ciudad fantasma en la que parece que todos se hubiesen esfumado por arte de magia muchos años atrás y la naturaleza se hubiese apropiado del lugar.
El silencio del lugar es ensordecedor, y a pesar de la decadencia y el desastre, parece sentirse una gran paz. La naturaleza avanzó sobre los senderos, calles y edificios, pero lo cierto es que es uno de los lugares más contaminados del mundo. Y ese es el gran tema con la radiación: no se ve, no se huele, no se puede sentir, es completamente invisible.
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