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Según esta investigación, la última edad de hielo se produjo hace apenas 1400 años y estas son las 6 cosas que necesitas saber

Publicado 7 Mar 2016 – 10:00 AM EST | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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De haber existido en ese tiempo los termómetros con escala, hubieran marcado hasta 4 grados centígrados en varios julios y agostos del hemisferio norte y en otros tantos eneros y febreros del sur.

6. Bizantinos muy abrigados

Es posible que cuando el general Belisario, siguiendo órdenes del emperador Justiniano I,  inició la expansión del Imperio Bizantino en el siglo VI de la era común para tratar de reverdecer los laureles del Imperio Romano de Occidente, sus tropas hayan entado a Europa en pleno verano protegiéndose del frío con mantas y abrigos.

Es lo que se desprende de un reciente estudio del Instituto Federal Suizo de Investigación, que ha establecido que aproximadamente entre los años 540 y 660 se produjo en el hemisferio norte una « edad de hielo» que llevó las temperaturas hasta 4° centígrados en los meses calurosos.

5. ¿Sabes lo que es la dendroclimatología?

Es la ciencia que estudia el clima y las fluctuaciones de temperatura a lo largo de siglos y milenios, con base en los anillos de los árboles. Hay un fascinante cúmulo de información en los anillos de los árboles. Son, junto con los testigos de hielo y los sedimentos marinos, las principales fuentes de conocimiento de las épocas en que no se llevaba registro de nada porque ni siquiera existían los instrumentos de medición.

Por ejemplo, los anillos de los árboles son «termómetros» que permiten estimar las temperaturas que se registraban en el mundo milenios antes de la invención de ese ingenio. Cada anillo en el tronco es un año de vida y mientras más delgado es, menos creció el árbol ese año.

Los periodos de bajo crecimiento están asociados a menores temperaturas ambientales y/o a menor disponibilidad de agua. Incorporando varios parámetros en el análisis (por ejemplo, la actividad volcánica) pueden elaborase modelos para inferir el clima en el pasado remoto.

Fue así como los científicos suizos determinaron que durante los 100 años y fracción comprendidos entre mediados de los siglos VI y VII se produjo esta edad de hielo, que deja pálida a la «pequeña edad de hielo» ocurrida entre los siglo XIV y XIX.

4. Una enciclopedia vegetal

No vayas a creer que es necesario talar el árbol para obtener la información. Dado que se utilizan muchos árboles de distintas zonas para darle rigor a los estudios, las investigaciones pasarían a ser crímenes ecológicos si hubiera que deforestar. Se hace algo parecido a lo que ocurre en una prospección minera.

Se perfora el tronco hasta el centro con un taladro especial y se saca un testigo de madera. Ese trocito es una enciclopedia tanto de la planta como del medio ambiente durante el periodo de vida del árbol. Si es un cedro de 2000 años, te imaginarás el tamaño de la enciclopedia.

3.  Los volcanes enfrían el ambiente

Suena extraño ¿verdad? La tierra vomita fuego y calor y el resultado es un enfriamiento del planeta. Después de la tempestad viene la calma. Una vez pasado el calorón producido por la erupción, las cenizas bloquean la radiación solar y la tierra empieza a enfriarse.

Los volcanes arrojan columnas de humo y ceniza de varios kilómetros de altura. Las ciudades de Pompeya y Herculano quedaron sepultadas debajo de capas de ceniza arrojada por el Vesubio, de varias decenas de metros de espesor.

La erupción del volcán Tambora, de la isla indonesia de Sumbawa, en abril de 1815, determinó que 1816 fuera llamado el «año sin verano» por la obstrucción de los rayos del sol que ocasionó la ceniza ¿Y cómo se conoce la magnitud de la actividad volcánica en la antiguedad?

La ceniza volcánica queda atrapada en el hielo y por la cantidad presente en los testigos de hielo, puede saberse que tan intenso fue un año en términos volcánicos. Sí fue muy fuerte, significa que poco después hubo mucho frío.

2. El mínimo solar también contribuye

Esto del mínimo solar no tiene nada que ver con el bloqueo del Sol por la ceniza volcánica. El astrónomo inglés Edward Maunder (1851 – 1928) descubrió que aproximadamente entre los años 1645 y 1715, las manchas solares prácticamente desaparecieron, periodo que ahora es llamado Mínimo de Maunder y que génericamente son denominados mínimos (o máximos) solares.

El lapso del Mínimo de Mauder coincidió precisamente con el periodo más helado de la « pequeña edad de hielo». Aunque la ciencia no ha establecido rigurosamente que a menores manchas solares, la temperatura de la Tierra sea más baja, hay evidencias de que esa correlación existe. Precisamente, el periodo de nuestra edad de hielo, del año 540 al 660, también habría sido un lapso de mínimo solar.

1. Islamistas muy abrigados

El equipo suizo, coordinado por el doctor Ulf Buntgen, hizo estudios en dos zonas separadas por más de 7000 kilómetros: los Alpes austríacos y el macizo de Altái, en Asia central. En Asia, estudiaron 660 alerces de Siberia ( Larix sibirica), un árbol que tiene la particularidad de que solo crece en verano, por lo que es ideal para inferir sobre el clima en el pasado.

La información revelada por los árboles en ambos lugares es consistente. Cuando el Islam comenzó su expansión hacia el norte, quizá los soldados de Mahoma tuvieron que abrigarse muy bien para entrar en Mesopotamia y Persia en pleno verano.

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