Los padres intensos en modo helicóptero
Cuando nos referimos a padres intensos, hablamos de padres insistentes, aquellos que quieren estar 100% al tanto de lo que hacen o dejan de hacer los hijos, al punto de que no los dejan ni respirar tranquilos. Andan supervisando milimétricamente todo y fijándose de los mínimos movimientos de sus retoños. Casi siempre son mujeres, madres, pero también es común en los padres y en algunos casos, son los abuelos los que se comportan de esta manera.
Los padres intensos siempre están alrededor de sus hijos. No tanto a manera de sobre-protección, sino dejando en sus manos elecciones que corresponden a sus hijos. Son helicópteros porque creen que deben y quieren estar en todos lados y pueden tener vista de todo. Lo que hacen con los niños es no darles espacio para que ellos socialicen utilizando las herramientas que han logrado desarrollar en su primera etapa.
Pretenden ser madres y padres perfectos, casi todo debe ser hecho en casa y por ellos mismos, para demostrar que pueden y sus hijos también. No dejan ni jugar bien a los hijos ni untarse de barro o perseguir una lagartija porque tienen que hacer un trabajo manual o aprender a tocar violín entre otras muchas actividades. Estos padres intensos terminan con la agenda muy ocupada y no tienen tiempo para nada, ni para consentir a sus hijos.
Algunos ejemplos concretos
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Salen a comer helado, la persona que atiende pregunta sobre los sabores que desean. El niño dice que quiere comer de chocolate, pero la madre enseguida contesta: “de vainilla para él”. Se dirige a su hijo y le dice: “acuérdate de que a ti te gusta el de vainilla”.
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Se da cuenta que un niño no quiere compartir con su hijo, entonces se acerca y lo regaña porque no quiso compartir con su hijo. Después, llama a la mamá del otro niño para contarle lo que pasó.
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Si están en un parque y el pequeño logró integrarse con otros, entonces va detrás, se esconde entre árboles y supervisa que todo esté bien y se fija en qué hacen o dejan de hacer al jugar.
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Uno de los nuevos amigos le pone a escoger un juguete, pero su mamá o papá, a pesar de que los niños ya escogieron, se mete y reorganiza todo porque a su hijo no le gusta lo que se escogió.
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Tiende a tener malas relaciones con otros padres que no son helicópteros.
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Lo peor es cuando se puede juntar con otros que tienen los mismos comportamientos obsesivos y sobre-protectores.
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Usa las redes sociales y chats para cumplir con sus objetivos de control y supervisión de todo posible espacio donde va a estar su hijo.
- Es muy típico que estos padres tengan una extensa gama de antibacteriales, pañuelos faciales, paños húmedos, cremas, etc. para que sus hijos puedan estar limpios en todo momento. No les importa parar un juego o cualquier otra actividad para poder limpiar a su bebé, porque es que ellos no pueden solos.
En el colegio
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Estos padres buscan cualquier excusa para ir al colegio. Van casi todos los días porque se las ingenian para poder estar ahí y darse cuenta de lo que pasa.
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Son los primeros en la lista de junta de padres o comités de padres de familia y también otros grupos en los que puedan participar como de seguridad, clases en las que puedan cuidar, etc.
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Pueden decirle a la profesora que por favor no trate algún tema porque a su hijo no le interesa o le da miedo.
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Si sus hijos caminan por el pasillo junto al grupo de su clase (los siguen) y la profesora llama la atención de alguien por no seguir las normas, los padres intensos le hablan a la profesora y le reclaman porque supuestamente está hiriendo la autoestima del pequeño.
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Si en una actividad al niño no le fue muy bien, hablan con los profesores o mandan una carta para exigir saber qué pasó y hasta ver el tipo de preguntas que le hicieron a su hijito.
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Podrían exigir ciertas meriendas o comidas específicas porque son las que les gustan a sus hijos y tiene que ser para todos, porque si se las dan sólo a sus hijos, podrían sentirse diferentes y eso tampoco es bueno.
Para pensar
Es cierto que los padres deben estar al tanto de lo que hacen los hijos, pero hay que dejar que los niños sean niños, que se equivoquen, que escojan lo que quieren hacer, comer, jugar, etc. Puede pasar que los niños se rebelan y no quieren tener contacto con sus padres o lo otro es que terminen viviendo siempre al lado de sus padres porque no pueden tomar decisiones sin consultarles.