Los amigos de tus hijos están en casa: sobrevive a la avalancha con estos consejos
Tus hijos salen de la escuela y deciden venir a casa con unos amigos de visita. Nada raro hasta ahí, ¿no? Pero... ¿qué hacer cuando eso acontece?
Antes de cualquier visita, reglas claras
Hazle saber a tus hijos que la casa también es suya y está bien que reciban visitas, esto te ayudará a conocer a las amistades de tus hijos. Tus hijos deben conocer con claridad las reglas de la casa para que ni ellos ni sus visitas las rompan. Asegúrate de que el o la visitante haya avisado a sus adultos responsables acerca de la visita. Que tus hijos sepan los horarios en los que está permitido recibir visitas es primordial.
Cuando "cae" la visita sin avisar
Si ya es tarde y no es seguro que el amigo vuelva solo a casa, llama a su madre y hazle saber que está en casa. Queda para que pasen por él. En caso de ser un horario aceptable de visitas, es hora de apechugar y salir al quite.
Prepara bocadillos
No es necesario que hagas una gran merienda, a veces unas palomitas bastarán. Puedes hacer sandwiches, quesadillas, verduras en palitos o lo que tengas a la mano. Lo importante es que les prepares y ofrezcas algo de comer y beber para evitar que ellos asalten tu refrigerador. Si está en tus posibilidades, puedes hacer una comida más en forma, o pedir una pizza.
Designa un área para la visita
¿Se quedarán en la sala, en el patio, jardín o habitación de tu hijo? ¿Andarán por toda la casa? Este es el tipo de cosas que también deberías hablar con tus hijos e hijas antes de que sucedan. ¿Cómo te hacen sentir las visitas en tu casa? ¿Te molesta que haya visitas cuando está desordenado? Si tu hija tiene claras tus expectativas es más posible que actúe de acuerdo a lo que esperas.
Invítales a realizar alguna actividad
Quizá puedan simplemente sentarse a ver la tele o jugar videojuegos. A lo mejor tienen tarea qué terminar. En cualquier caso, el ocio puede llevarles a terminar su visita en desacuerdos, mejor organízales un par de actividades en las cuáles entretenerse durante la tarde o invítales a jugar un juego de mesa.
Mantente cerca, no encima
La visita es de tus hijos, no tuya, así que no seas abrumadora con ellos. Mantente cerca por si algo se ofrece y dales espacio para platicar y convivir. Puede estar en la habitación contigua y así estar al pendiente por si algo se ofrece.
No todos los niños son iguales
Nuevamente, la visita es para tu hijo, no para ti, eso quiere decir que no tiene que caerte bien. No todos los niños pueden ser como a ti te gustaría que fueran, ni están educados como los tuyos. Sé paciente y tolerante y escúchalos. Cuando se haya ido, puedes conversar con tu hijo acerca de qué tan cómodo te sentiste y si vas a aceptar esa visita otra vez.
Al concluir la visita
Asegúrate que el o la visitante tenga cómo volver a casa, en caso de ser necesario llama a sus padres, madres o tutores. Si te cayó bien, hazle saber que será bienvenido la siguiente vez, pero que prefieres que te avisen con tiempo.
También cabe que no te haya caído tan bien, en ese caso lee: ¿Qué hacer si no soporto al amigo adolescente de mi hijo?