¿Comes "por dos" durante el embarazo? Esta es la mentira que nos contaron sobre la alimentación
Luego de que los primeros síntomas de embarazo se presentan la confirmación abre espacio a cientos de mitos populares. Entre ellos seguro has escuchado que "ahora debes de comer por dos", lo cual no sólo es innecesario sino peligroso.
La Sociedad Americana de Ginecología y Obstetricia (AGOS, por sus siglas en inglés) explica en numerosas publicaciones esta creencia. Muchas futuras mamás aprovechan la gestación para tomar una especie de "licencia" y comer todo cuanto les plazca, un grave error.
Si la madre tiene un peso apropiado para su estatura —usualmente determinado mediante el Índice de Masa Corporal (IMC) por un especialista— sólo se necesitarán calorías extra hasta el último trismestre, etapa en la que se recomienda ingerir de 2000 a 2200 calorías por día según la rutina de la paciente.
Rebasar esa cantidad puede acarrear un sobrepeso difícil de eliminar y problemas como náuseas más frecuentes, alta presión arterial, (preeclampsia), diabetes gestacional e hipertensión.
El peligro de una ingesta exagerada también alcanzaría al bebé. De acuerdo a los especialistas de AGOS estos son los principales riesgos para el producto cuando la madre excede las calorías necesarias y comienza a aumentar de peso rápidamente:
- Aborto espontáneo o nacimiento prematuro (por complicaciones cardiovasculates)
- Riesgo de defectos en el tubo neural: asociados con la obesidad de la paciente durante el primer trimestre de gestación.
- Peso elevado al nacer y tendencia a la obesidad
- Exceso de vitamina A: según los especialistas, la sobrealimentación con vitamina A (por suplementos o una dieta alta en lácteos) está relacionada con riesgos en el desarrollo. Esto puedo conllevar a anomalías congénitas en paladar, rostro y corazón.
Los expertos destacan que la alimentación gestacional va más allá de las "calorías extra" del último trimestre, durante todo el embarazo debes aprender a elegir adecuadamente los alimentos más nutritivos para ti y tu bebé. Como recomendaciones generales, la AGOS cita medidas muy precisas:
- Aumentar la cantidad de legumbres en cada comida y evitar las grasas saturadas.
- Cambiar los postres tradicionales por frutas.
- El 70 % de la dieta debe ser rica en fibra. Los cereales enteros y granos son excelentes opciones.
- La carne debe limitarse a dos raciones al día.
- Ingerir leche y productor ricos en calcio, pero consultar con el médico de cabecera cuánto y en qué etapa (depende de cada paciente).
En resumen: no necesitas comer cantidades dobles, pero es posible que necesites compensación mediante vitaminas o suplementos. Según tu propio historial, el médico te indicará tus faltantes y la dosis correcta de vitaminas. De forma usual se te recomendará vitamina D, ácido fólico y hierro.
Nunca subestimes la importancia de un buen nutriólogo durante el embarazo, recuerda que las dietas altamente restrictivas también amenazan el desarrollo de tu bebé. En caso de que tu peso no sea adecuado con respecto a tu estatura (ya sea que estés por debajo o encima de lo recomendado) necesitarás un monitoreo médico más minucioso.
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