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Tips para conseguir un balance alcalino en tu cuerpo

Publicado 31 Dic 2014 – 07:00 PM EST | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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El equilibrio ácido-base del organismo es esencial para que se produzcan las reacciones químicas necesarias para la supervivencia. El pH sanguíneo, que mide la concentración de iones de hidrógeno, debe permanecer estable, oscilando alrededor de 7,4.

Varios alimentos, así como el estrés inherente a la vida cotidiana, representan causas de acidificación del organismo. Con el fin de compensar este fenómeno, los riñones filtran el ácido úrico de la sangre y los pulmones expiran el gas carbónico. Existen tres mecanismos químicos para eliminar los ácidos del cuerpo, llamados sistemas tampones.

¿Qué significa tener un problema de acidez?

Sufrir acidez significa que el cuerpo sufre esfuerzos proporcionados para estabilizar el pH, lo que no quiere decir que el pH sanguíneo se vuelva particularmente ácido. Cuando se tienen dificultades para combatir la acidificación, el organismo utiliza sus reservas de minerales alcalinizantes para taponar la acidez. Sus funciones vitales y sus estructuras se verán eventualmente afectadas por la desmineralización, concretamente el sistema nervioso, las uñas, el pelo y los huesos.

Consecuencias de la acidificación

  • Ralentización del metabolismo
  • Agravamiento de los problemas de piel
  • Agravamiento de las inflamaciones
  • Agotamiento del sistema nervioso
  • Proliferación de bacterias y hongos
  • Desarreglo de la flora intestinal
  • Degeneración de las uñas, el cabello y los huesos
  • Tensiones musculares

Conservar el equilibrio ácido-base a través de la alimentación

La clave para prevenir la acidez a través de la alimentación es una comida rica en minerales alcalinizantes.

El pH de un alimento no siempre es un buen indicador, y es más bien su contenido en minerales lo que nos indica su impacto sobre el equilibrio ácido-base. El ejemplo del limón es claro: una fruta alcalinizante pero con un pH muy ácido, gracias a su alto contenido en minerales. Una dieta normal debe estar compuesta de dos categorías de alimentos.

Por lo general frutas, verduras, hierbas finas y semillas son consideradas como alimentos muy alcalinizantes; mientras que los azúcares, cereales, productos lácteos, carnes y legumbres se encuentran entre los grupos de alimentos más ácidos.

El papel de la respiración

Nuestra manera de respirar está estrechamente relacionada con nuestro estado psicológico y todo ello tiene un impacto mayor sobre nuestro equilibrio ácido-base.

No conviene desestimar el impacto de algunas respiraciones profundas sobre la tase de acidez, que puede afectar a la baja a través de algunos instantes de relajación. Por eso, un sueño adecuado también es crucial, puesto que se trata de un largo período de reposo combinado con una respiración regular y profunda.

Basta con asumir algunos hábitos sencillos para preservar el equilibrio ácido-base. Una sana alimentación puede ser ampliamente saludable: comer más fruta y verdura de hojas verdes oscuras, evitar los azúcares y los cereales refinados, los excesos de estimulantes, de proteínas y de alcohol. Sólo queda respirar por la nariz y tomarse la vida con un punto de alegría.

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