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bienestar emocional

Es tiempo de soltar lo que ya no necesitas: lo que tienes que recordar para sentirte bien cada día

Publicado 31 Ene 2019 – 12:44 PM EST | Actualizado 31 Ene 2019 – 12:44 PM EST
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Cada día es una nueva oportunidad en tu vida, desde que te levantas hasta que te acuestas. Y todo lo que te sucede también puede ser visto como una oportunidad. ¿Qué te está mostrando el dolor que sientes? ¿Qué te está enseñando esa herida? La oportunidad de ver qué pensamientos te oprimen está frente a ti.

La decisión de hacerlo distinto para sentirme bien

Hay algo en ti distinto. Hay algo en ti que ya no quieres. De a poco te vas dando cuenta de que tienes menos tolerancia a ciertos hábitos, y además, notas que los observas con más claridad.

Te sientas un rato y el primer pensamiento fue instantáneo: uno relacionado a algún familiar y que te genera de inmediato una sensación de rencor. Luego cambias ese pensamiento por el recuerdo de una situación que te genera culpa, no sin antes detenerte en la imagen de aquella mujer que te gustaría ser porque su vida parece perfecta.

Y de pronto algo en el pecho te oprime y nada tiene sentido.

Soltar lo que ya no necesitas

Tenemos el poder de cambiar nuestras creencias y pensamientos en cualquier momento. Y verlo así genera alivio: solo estamos a un pensamiento de sentirnos bien. Tanto es así que el rencor lo podemos transformar en aceptación y en reconocimiento: él o ella no tienen que cumplir mis expectativas.

La culpa se puede volver aprendizaje, un momento para mirarme con cariño y recordarme que hice lo que pude como pude en ese momento de mi vida. La envidia se puede volver absurda en un abrir y cerrar de ojos cuando no vemos competencia en otra mujer, y estamos más ocupadas en nosotras que en el afuera.

Aprender de cada experiencia

Desde que nos levantamos tenemos la libertad de elegir cómo será nuestro día, cómo vamos a percibir todo aquello que se cruza en nuestro camino. Podemos soltar aquellas creencias que nos lastiman, podemos elegir cómo queremos relacionarnos con los demás.

Eso no quiere decir que no vuelvan pensamientos opresores ni que alejemos por completo el sentimiento de culpa y rencor. Solo que la próxima vez que vuelvan, los veremos con más claridad.

Y si en algún momento descubres que no estás confiando en ti misma y que no te estás dando el cariño que necesitas, nunca es tarde para hacerlo. Y si vuelves a elegir pensamientos que te lastiman, perdónate, estamos aprendiendo todo el tiempo. Solo puedes reconocer que hay luz si sabes muy bien lo que es la oscuridad.

Recuerda: eres lo más valioso que tienes.

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