Consejos Feng Shui V: Los espejos
Probablemente los espejos sean uno de los temas que más controversia y falta de consenso generan entre expertos de Feng Shui. La polémica en torno a los mismos radica justamente en su función principal: reflejar. Según algunos maestros de Feng Shui los espejos pueden expulsar la energía del hogar, mientras que otros señalan que este es un elemento del cual se puede sacar mucho provecho.
Hagamos un poco de historia. La invención del espejo ocurrió en el siglo XVI, por lo cual están ausentes del Feng Shui tradicional. Sin embargo, algunos escritos antiguos aconsejan la inclusión de espejos, pero éstos seguramente se refieran a metales reflectores, como bronce o cobre. Por ello cuando se habla de espejos se habla del elemento metal.
Pasemos ahora a la distribución. Ya hemos dicho anteriormente que los espejos no pueden colocarse justamente al frente de la puerta de entrada de la casa, pues de esta manera estaríamos haciendo rebotar la energía Chi recién entrada a nuestro hogar.
Tampoco se aconseja colocarlos reflejando la cama, pues la energía que ingresa al dormitorio provoca una corriente de energía entre la puerta y el espejo, flujo que afecta profundamente nuestro descanso. Por ello se recomienda colocarlos dentro de las puertas del ropero o bien a ambos lados de la cama de tal modo que no la reflejen.
El tema es dónde colocarlos. La ubicación ideal de los espejos es en los pasillos. Distribuidos de forma apropiada, los espejos pueden hacer que la energía Chi corra con facilidad por la habitación, dejando que ésta ingrese a todas las habitaciones. También se recomienda colocarlo a un lado de la puerta, para que la energía que entre refleje en él y se distribuya mejor por la casa.
Vemos que aprovechándolos de buena manera los espejos pueden representar una ventaja en el Feng Shui. Descartarlos a priori es echar a perder una valiosa fuente de transmisión de Chi, privándonos de una optimización de flujo energético que es justamente lo que buscamos en el Feng Shui.