7 historias de roomies que te van a matar de miedo... o de risa

"Viví en una casa de estudiantes donde había dos orientales, la dueña de la casa y yo. Yo trabajaba de mesera los fines y llegaba súper tarde. Un sábado entré a la casa haciendo el menor ruido posible por si alguien ya estaba dormido y de frente a la escalera estaba el cuarto del chinito niño... lo caché dándose amor mientras veía porno. Grité, gritó... ambos corrimos (yo a mi cuarto y él a cerrar su puerta)", Ana. gifit_1501020410256.gif

"Uno de mis roomies me invitó a ver películas, me terminó poniendo una porno (cabe mencionar que era cristiano), y preferí irme a mi cuarto. En la noche veía su sombra bajo mi puerta durante toda la noche, decidí cambiarme de casa", Ariadna.

"Tuve un roomie que cocinaba o calentaba algo en la cazuela, y cuando terminaba la metía al refri aunque le quedaran solo restos de comida, por lo tanto, el refri era una pila interminable de cazuelas. El lavabo igual, yo casi no comía ahí (por obvias razones), no podía hacerme ni un café porque no había cucharas limpias, ni tazas. Estas no los lavaba hasta que no quedaban trastes limpios. Para rematar, hacía fiestas en lunes o miércoles", Jaz.

"En Londres me toco vivir con una ucraniana. El primer día llegué y dejé mis cosas en la habitación, no desempaqué. Ese día me fui de fiesta (llegue hasta el tercer día) y cuando me di cuenta, mis cosas estaban en otro lugar. Abrí mi maleta y todo estaba revuelto, en ese momento la puerta de la habitación se abrió y ella se dio cuenta que estaba revisando mis cosas. Inmediatamente gritó y me preguntó: ¿donde están mis tennis Adidas?, a lo que yo respondí: "No lo sé, yo estoy igual, mis cosas están desordenadas". Ella había revisado mis cosas y lo único que argumentó fue que alguien más se había metido a revisar la habitación. Después de una semana le pedí a los de Eurooms que me cambiaran de casa", Alma. gifit_1501020963135.gif

"Renté depa en la universidad, estaba muy cerca de la ENAP y como tenía dos habitaciones decidí compartir. Como casi nunca estaba no me importó que no hubiera una puerta entre un cuarto y otro, había una pared muy grande y pues di por hecho que cada quien iba a respetar las cosas de la otra persona. Un viernes decidí no ir a casa de mis papás, sino llegar al depa (cosa que nunca hacía) y llegué con varios amigos. Sorpresa para mí cuando veo a mi roomie bien a gusto empiernada con su novio en su cama, pero con mis cobijas. Como a la semana de eso se largó", Karen.

"Tuve un roomie que era supuesto policía federal. Un día llegó borracho, enloqueció y comenzó a romper vidrios e insultarme, porque yo fumaba mota. Estaba enojado conmigo porque quería que su ex novia se fuera a vivir al depa sin pagar renta, y yo no quise. Llamé a la policía encerrada en mi cuarto y el tipo huyó del lugar", Alba.

"Robaba en el súper cuando hacía la despensa con mi roomie porque no teníamos mucho dinero. Se nos hizo costumbre ir los miércoles a las 11:00 p.m. a "comprar" despensa hurtando productos como helados, jamón serrano, quesos finos, gerber... lo que cupiera en la bolsa. Hasta que un día nos agarraron por un queso que mi roomie metió a su bolsa. Nos catearon y descubrieron que yo traía un paquete de bisteces escondido en el torso. Nos quitaron todo, nos tomaron fotos con los productos y jamás regresamos a ese lugar", Héctor.