6 cosas que revelas de ti cuando llegas tarde a una reunión (y no son buenas)
Todos conocemos el valor de la puntualidad, pero siendo honestos, pocos nos preocupamos por darle la importancia que merece en la práctica, pese a que sabemos muy bien que es una característica que dice mucho de nosotros mismos (para bien o para mal).
Si consideramos que el tiempo es una de las “cosas” más preciadas que tiene una persona, que llegues tarde a una reunión (sin importar de qué índole sea) toma un significado diferente: estás provocando que alguien pierda segundos, minutos, horas que no va a poder recuperar nunca.
Y aunque la persona (o personas) a la que hiciste esperar te diga que “no hay problema” cuando eres impuntual, la realidad es que sí lo hay. De hecho, aquí hay algunas cosas que revelas de ti cuando llegas tarde a una reunión.
#1 Tienes poco respeto por los demás
Llegar a tiempo es una muestra de respeto. De acuerdo con Brent Beshore, CEO de adventur.es, en un artículo para Forbes, esto “demuestra que valoras y aprecias a la otra persona. Si no respetas a los participantes de la reunión, ¿por qué estás reuniéndote con ellos en primer lugar?”.
#2 Eres un desconsiderado
Al llegar tarde (sí, aunque no lo hagas a propósito, “en realidad había mucho tráfico”) demuestras una falta de consideración por la vida de los demás. Es como si les dijeras literalmente que simplemente no te importan.
#3 No eres “rentable”
Piensa que debes reunirte con 4 personas a las 2 p. m., pero llegas 10 minutos tarde. Entre todos perdieron 40 minutos por tu culpa. Digamos que la reunión cuesta $200 la hora, el descuento que tendrías de tu pago por el retraso te vuelve una persona poco rentable.
#4 Tu credibilidad es muy débil
Si quedas en llegar a cierta hora a una reunión, pero no cumples tu palabra y dejas esperando a la gente, ¿cómo esperas que confíen en que puedes realizar tareas más importantes sin fallar? Aunque te parezca exagerado, tu credibilidad se pone en duda por la impuntualidad.
#5 La organización que tienes es muy mala
Todo el mundo tiene muchas actividades que hacer, pero el hecho de que no sepas dar prioridad a una reunión importante, o decir “no puedo ir” cuando es complicado para ti llegar a tiempo, revela que estás desorganizado y no sabes cómo llevar una agenda formal.
#6 Te crees el centro del universo
Ser megalómano es algo por lo que la mayoría de las personas pasan en su infancia, pero creerse el centro del universo –tanto como para dejar esperando a la gente- no es algo atractivo en la gente adulta. Incluso es algo que podría alejar a quienes te rodean.
Cierto que la impuntualidad puede no ser el peor defecto que tengas, pero trabajar para corregirlo es fundamental. Llegar a tiempo a tus reuniones te ayudará a superarte en la vida y a ser mejor persona.
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