Beyoncé sin maquillaje en la portada de Vogue da un poderoso mensaje de aceptación
Beyoncé es una de las cantantes más exitosas de su generación. Sus canciones suenan en las radios del mundo entero y ella se presenta en el escenario como si fuera una reina, o una diosa sin defectos. Ella transmite tanta confianza que sus fans la llaman Queen Bey (la reina Bey).
El hecho de que comparte muy pocos detalles sobre su vida personal y no concede entrevistas agrega un plus a su imagen de diva. Sin embargo, Beyoncé mostró ahora una versión muy distinta de sí misma para la edición de septiembre de la icónica revista Vogue, en la que tuvo control absoluto sobre el contenido y las fotos del número.
La popstar hizo historia al elegir a Tyler Mitchell, un fotógrafo de 23 años, para tomar la foto de portada y lo convirtió en el primer afroamericano en hacer eso en los 126 años de la revista. Y eso no es lo único impresionante: en las fotos ella usó muy poco maquilllaje por una poderosa razón.
El mensaje de Beyoncé
En vez de ser entrevistada, la cantante escribió un poderoso ensayo sobre la aceptación del cuerpo que lee así:
El texto de la cantante toca muchos otros temas, como la importancia de abrir puertas a nuevos artistas afroamericanos que, de otra manera, no tendrían la oportunidad de llegar lejos, además de sus ancestros y los sueños que tiene para sus hijos. Pero, probablemente, uno de los más potentes es el mensaje de amor y aceptación que predica.
La presión de los medios y la sociedad sobre la imagen de las personas, en especial de las mujeres, es tan tóxica que cuesta aceptar que una mujer tenga panza pocos meses después de dar a luz. Cosas tan normales como unos kilos de más no son socialmente aceptables y muchas mujeres sienten que deben hacer lo imposible para «recuperar» el cuerpo que tenían antes, sobre todo las que viven en la esfera pública.
En ese afán de cumplir con el estándar de belleza pueden terminar perdiendo de vista lo que realmente importa: cuidarse a uno mismo y ser feliz. Después de años, Beyoncé lo comprendió y terminó su artículo con tres frases poderosas: «Estoy en un lugar de gratitud. Acepto quien soy. Continuaré explorando cada centímetro de mi alma y cada parte de mi arte».
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