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Barbas

El manual definitivo para una barba perfecta

Aunque la moda te lo haga ver fácil, llevar barba es un arte.
22 Ene 2016 – 01:26 PM EST
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Hombre con barba Crédito: iStock

Por Rodrigo Fábregas

A menos que hayas pasado los tres últimos años metido en un agujero en Siberia, seguro habrás notado que la barba está de moda. Músicos (jóvenes y viejos), actores de Hollywood, modelos, personajes de TV, en fin: de pronto, la parte más cool del mundo parece ser una taladora de árboles o un navío o un libro de Julio Verne. Sin embargo, y aunque la moda te lo haga ver fácil, llevar barba es un arte, que los barbudos no suelen confesar por miedo a perder algo de su imagen de macho. Pero es tiempo de romper el hermetismo: he aquí todo lo que debes saber y lo que debes hacer (o no hacer) para llevar una barba perfecta.

Primero lo primero: ¿la barba es para ti?

Sí, está de moda; sí, parece que basta con tirar un día todos los instrumentos de afeitar y listo. Pero es mucho más complicado que eso. Primero, está la parte física: si eres lampiño, déjalo ir y enfócate en la cabellera de tu cabeza (no, aunque los anuncios de internet te digan otra cosa, no hay productos milagrosos que hagan crecer el vello facial). Segundo, está la parte disciplinar: dejarte la barba y llevarla dignamente es un ejercicio diario: implica lavar, recortar, untar, invertir en productos y servicios. Si no estás dispuesto a dedicarle todo eso a tu barba, mejor afeitate diario. De verdad: te evitarás muchos dolores de cabeza.

¿Cómo elegir la barba correcta para ti?

¿Recuerdas que en la escuela pensabas que las matemáticas nunca te iban a servir de nada? Pues, noticias: el tipo de barba que le va mejor a tu rostro depende del resultado de una operación aritmética. Atención:

1. Mide tu rostro desde el nacimiento de tu cabello hasta tu barbilla.

2. Divide esa medida entre tres y anota el resultado. A esta medida llamémosla “tercio facial”

3. Mide ahora la distancia entre tu barbilla y la punta de tu nariz. La diferencia entre el tercio facial y esta es importante, porque:

Si la medida nariz-barbilla es 5 milímetros mayor que el tercio facial, tu cara es alargada. Evita la barba larga, sobre todo en el mentón. Si la medida nariz-barbilla es 5 milímetros menor que el tercio facial, tu cara es ovalada. Cualquier tipo de barba te irá bien, pero la de tres días resaltará tus rasgos. Si la medida nariz-barbilla es menor que el tercio facial por más de 5 milímetros, tu cara es redonda. Usa tu barba bien marcada para reforzar tus rasgos. Una goatee o una barba larga funcionan. Si tercio facial y nariz-barbilla son iguales, tienes cara cuadrada. Ya tienes los rasgos del rostro equilibrados (este es el rostro que mejor se ve sin barba), pero, ya que insistes: evita los estilos de barba con límites muy marcados (como la goatee) y opta mejor por un bigote. 4. Estas medidas son suponiendo que la distancia entre tus pómulos es igual o mayor que la que hay entre tus sienes. Si te sucede lo contrario, tu rostro tiene forma de corazón. Aquí la clave es: poco volumen a los lados, barba más larga hacia la barbilla, para darle más fuerza al mentón

¿Cómo empezar?

Depende qué tipo de barba quieras, pero antes de darle forma y estilo, debes dejarla crecer. Los primeros cinco o seis días sin afeitarte son hasta placenteros: te sentirás liberado y salvaje. Pero a la semana empezará la comezón, y la gente a la que saludes de beso se quejará de que picas . Si eres capaz de resistir la presión que hay en esta etapa para que te rasures, habrás pasado un obstáculo importante. Alrededor de la semana tres la picazón habrá disminuido, pero sucederán dos cosas: primero, empezarás a verte mal; incluso realmente mal. Esto sucede porque tu barba, al igual que tu cabello, tiene remolinos que sólo se revelan hasta que el pelo crece. Además, el vello facial suele ser más rudo que el de la cabeza. Cuando lleves más o menos un mes sin rasurarte, notarás que pareces un primate de los más feos. Por fortuna, eso se arregla con la segunda cosa que te sucederá: tendrás que comenzar a aplicar cuidados que nunca pensaste utilizar para tu rostro. Ahora es cuando empieza el trabajo rudo.

Cuidados básicos

1. La barba, por más larga que sea, no se manda sola. En las primeras etapas de tu aventura vello facial, tienes que poner límites, y rasurar el vello que se ve mal. Esto implica definir la línea del cuello (generalmente, es una curva suave desde la mandíbula hasta la manzana de Adán; rasura todo lo que quede debajo de eso) y definir la línea bajo los pómulos (esta puede ir tan libre como quieras, pero lo recomendable es trazar una recta desde la patilla, a la altura de media oreja, hasta donde acaba el bigote. Entre tu pómulo y esta línea, debe haber un dedo o un dedo y medio; si dejas más espacio, corres el riesgo de parecer estrella de bachata). Este recorte debes hacerlo por lo menos dos veces a la semana, con rastrillo o máquina de afeitar, tan al ras como puedas.

2. Noticias: la barba debe lavarse. De preferencia, no con shampoo, sino con jabón neutro. Y jamás uses acondicionador: al vello facial se le hace orzuela muy fácilmente.

3. Claro: después de lavarte con jabón neutro, la barba te quedará como estropajo. Así que debes hacerle terapia diaria, si ya es larga, o semanal, si mantienes el look de barba de tres días. Para ello, utiliza un aceite o lubricante de barba. Aunque hay muchos productos especializados, los lubricantes o aceites de afeitar (no las cremas ni los geles) sirven muy bien para humectar el vello facial y mantenerlo suave, firme y brillante. Úntalo por toda tu barba después de lavarla y luego pásale un peine para que el producto termine de esparcirse. Si puedes cepillarla dos veces al día, perfecto, pero tampoco exageres, ni en cepilladas ni en productos: con uno basta. Hay quienes usan cera para el bigote, para mantenerlo firme.

4. Todos los barbudos te dirán que, lo que sigue, es no estarte tocando la barba. Sin embargo, todos lo hacen, todo el tiempo. Así que evítalo, pero no te castigues si te descubres con la mano pegada al cachete todo el día.

5. Busca un barbero de cabecera. Es probable que no lo visites más que una o dos veces al mes (o incluso menos si dejas tu barba realmente larga), pero es importante que te conozca bien. El truco está en buscar un barbero de edad: entender el comportamiento del vello facial requiere de una sabiduría que sólo se aprende con los años. Habla con él, dile cuáles son tus metas, enséñale fotos (ah, sí: pasarás muchas horas viendo fotos de barbudos en internet, buscando inspiración. Es completamente normal). Deja que conozca bien tu barba. Si no te sientes a gusto con el primer barbero, busca a otro. Y claro, no está de más que aprendas las formas básicas para cuidar tu barba en casa.

Cómo mantener la barba corta

1. La palabra es: disciplina. Establece un sistema para recortar tu barba: define cada cuánto tiempo lo harás, qué cuchillas de la máquina usarás en cada parte, etcétera.

2. Toda barba (igual que todo cuero cabelludo) suele verse mejor dos o tres días después de recibir un corte. Incluso la barba de tres días (que en realidad será de cinco… bueno, tú entiendes).

3. Es imposible mantener una barba corta a punta de tijeras, así que asegúrate de que tu máquina de afeitar sea la mejor que puedas conseguir. Que tenga un amplio repertorio de cuchillas, que pueda limpiarse y aceitarse fácilmente (evita las que no necesitan aceite: suelen dejar de funcionar más rápidamente).


Cómo mantener la barba media a larga

1. Lávala diario, acéitala diario, cepíllala diario. Sin excusas.

2. Aunque siempre puedes acudir con tu barbero a que le dé forma una o dos veces al mes (básicamente, igual que el pelo), no está de más que le des una despuntada cada semana. Para ello:

Consigue unas tijeras de peluquero (no, no las de la cocina, no las de la cartulina: las de peluquero son más precisas y, al ser rectas, te previenen de cortar algo sin querer). Cepilla tu barba hacia el sentido contrario del crecimiento, hasta que quede toda erizada. Luego, con el dorso del peine, bájala de nuevo hacia su sentido natural, suavemente, de modo que quede “esponjada”. Verás que algunos vellos se ven “alocados” junto a los demás. Córtalos hasta dejarlos del largo deseado. Una vez que hayas terminado con todos esos pelos, repite: cepilla hacia arriba, baja, corta. Haz esto tres veces por lado. Importante 1: Nunca cortes varios vellos en un solo tijeretazo. Es así como nacen las barbas disparejas. Importante 2: Nunca cortes con las tijeras metidas en la barba de manera perpendicular, sino paralelas a tu piel. Importante 3: Nunca cortes tu barba ni recién despierto ni recién bañado. Hazlo antes de la ducha: mójala bien, sécala con toalla, y deja pasar algunos minutos hasta que se seque bien. El proceso de cortar o despuntar tu barba puede tomar entre diez minutos y hora y media, dependiendo lo que quieras hacer. Esta técnica también se usa para darle forma a la barba (si quieres dejarla más larga en la barbilla que a los lados, por ejemplo). Sólo tienes que seguir este procedimiento una y otra vez hasta llegar al largo deseado en cada parte. Para el bigote: cepíllalo hacia abajo y corta siguiendo la curva de tu labio superior. 3. La simetría perfecta en la barba no existe; la asimetría escandalosa, sí. Así que, en vez de buscar la primera, escóndete de la segunda.

4. El momento de dejar de cortar la barba es cuando te preguntas por primera vez si ya será tiempo de dejar de cortar la barba.

5. De nuevo: conocer el modo de crecimiento de tu barba es algo que te tomará muchos meses o incluso años. Ten paciencia y afronta un hecho inevitable: alguna vez la cortarás mal y tendrás que rasurarte y volver a dejártela. Es normal.

6. Si llega el día en que te quieras afeitar tu barba larga (llegará), no hagas nada sino hasta que pases una semana entera sin dudar en rasurarte (advertencia: incluso así, terminarás arrepentido).

Herramientas de trabajo básicas

1. Rastrillos, para definir las líneas del cuello y el pómulo.

2. Máquina de afeitar: si tienes barba corta, te ayudará a mantenerla; si la tienes larga, te servirá para recortar las patillas una vez cada tanto.

3. Tijeras de peluquero.

4. Aceite o lubricante para afeitar.

5. Jabón neutro.

6. Un barbero realmente bueno.

No olvides:

1. La barba es un imán de migas, salpicones de sopa y otros residuos gastronómicos. Invierte más atención de la debida a mantenerla limpia.

2. Es probable que, con barba, comer ciertas cosas se te vuelva imposible (adiós, tostadas, adiós helado en cono). Tendrás que poner las cosas en la balanza.

3. Hay ciertos trabajos donde está mal visto llevar barba (abogados, financieros, cocineros). Contémplalo.

4. Se dice que las barbas ayudan a bloquear el paso a ciertas enfermedades y alergias, y que incluso disminuye la probabilidad de tener un ataque de asma. Sin embargo, la barba no necesariamente te protegerá del frío (a menos que la lleves larguísima), a pesar de lo que digan las caricaturas, pero sí hará que tu gripa sea infinitamente más complicada.

5. Sí, vas a atraer a más mujeres. Y a más hombres. Y todos te preguntarán lo mismo: ¿cuánto tiempo llevas dejándotela?

6. La barba es característica tanto de un fornido leñador danés como de un enano de Blancanieves. Ten la sabiduría para ver sin tapujos de qué lado estás, y para afrontar el resultado.

7. Se llama “barba”, no “Barbie”: colgarle glitter, esferas, lucecitas, flores o cualquier otro cursi objeto de moda, o teñirla, desvirtuará todo tu trabajo. Si piensas hacer cualquiera de esas cosas, detente ahora mismo: es más barato un rastrillo que una humillación pública de por vida.

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