Secretos para cultivar tomates que deberías conocer si tenés una huerta
El tomate forma parte de los alimentos más utilizados en el mundo culinario. Se consume en ensaladas, en salsas, secos e incluso en dulces. Es una planta americana que llegó a Europa en el siglo XVI, convirtiéndose en un producto muy importante en su cocina.
No solo es apreciado por su sabor y por la versatilidad de sus usos. Sus propiedades, son muchas y altamente valoradas. Sus frutos tienen un alto contenido de vitaminas, principalmente A y C, y de minerales como Calcio, Fósforo y Hierro.
Si bien es una planta perenne, se cultiva como planta anual sacándose de raíz cuando culmina su producción frutal hacia fines del verano.
Secretos para un buen cultivo
La planta de tomate tiene un tallo herbáceo que crece de manera vertical y se ramifica lateralmente. Es decir, que tiene un tallo principal del que saldrán todas las ramas, y de ellas, los frutos. Esto genera un gran peso que el tallo no puede soportar, y por esta razón, en los cultivos se le colocan los tutores, que pueden ser ramas leñosas de otras plantas, cañas o incluso hilos bien tensados agarrados de arriba y de abajo.
Si no se colocan los tutores, la planta crecerá como rastrera. Si el objetivo es cosechar sus frutos esto no es aconsejable, ya que al desarrollarse de ese modo, cubrirá el suelo generando un alto nivel de humedad que facilitará el desarrollo de hongos, plagas y enfermedades a las que el tomate es muy propenso.
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Multiplicación
La planta de tomate se obtiene por semilla, se siembra en almacigo a principios de la primavera y se la ubica en un lugar protegido del frío. El suelo deberá ser fértil y ligero. Hoy podemos comprar los plantines de tomate en cualquier vivero. Al trasplantarla a suelo directo (que será unos 60 días después de sembrarlo) se deberán ubicar a una distancia de 40 cm. entre planta y planta.
Dónde plantarlo
La ubicación ideal es un lugar con mucho sol, por lo menos durante la mañana. El suelo deberá ser fértil y rico e nutrientes. Hay que cuidar que no se produzcan encharcamientos, por lo que un buen drenaje es un requerimiento esencial. El PH del suelo deberá ser neutro, ni muy ácido ni muy alcalino.
Riego
El tomate necesita mucha agua. Los riegos deberán realizarse por lo menos una vez al día. En días de mucho calor puede ser necesario regar esta planta 2 veces. Esto es aconsejable hacerlo por la mañana o al atardecer, que son los horarios de menor estrés para la planta, y siempre hacerlo directamente en la tierra sin mojar las hojas.
Con estos pequeños consejos, podrás disfrutar de tus propios tomates todo el verano. ¿Te animás a intentarlo?
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