Las peores sitcoms de 2013
La temporada 2013-14 de la televisión estadounidense presentó el estreno de algunas sitcoms muy esperadas y anticipadas por gran parte del público, principalmente aquellas que llegaban con reconocidos protagonistas o ideadas y realizadas por prestigiosos creadores del mundo de la televisión.
Dentro de éstas, sin embargo, algunas resultaron ampliamente decepcionantes y se caracterizaron por una completa falta de puntería a la hora de hacer reír y una notoria distancia entre lo que se esperaba que fueran y lo que realmente terminaron siendo. Otras dejaron entrever uno o dos momentos promisorios al comienzo, que rápidamente se fueron perdiendo.
Algunas de estas son las que veremos a continuación, con la lista de las peores sitcoms de 2013.
#5. Mom (CBS)
Es evidente que Chuck Lorre, creador de Two and a Half Men y The Big bang Theory, tiene una gran puntería para idear historias y personajes que rápidamente prenden en el público y resultan encantadores y convincentes, pero quizás Mom sea la excepción que confirma esta regla.
Si bien cuenta con dos talentosas actrices como protagonistas ( Anna Faris y Allison Janney), nunca son completamente aprovechadas. Durante los primeros episodios, Mom tuvo muchos problemas para encontrar un tono propio y terminó desviándose en muchísimas historias y subtramas que rara vez funcionan ni entretienen.
#4. The Crazy Ones (CBS)
La serie que marcaba el gran regreso de Robin Williams, acompañado además por Sarah Michelle Gellar, otra actriz de peso para la televisión, comenzó con un gran impulso naturalmente, gracias a los nombres involucrados en ella. Además, la mente creadora detrás es la de David E. Kelley, creador de otros éxitos como Chicago Hope, The Practice y Boston Legal.
A pesar de todo esto, con sólo un puñado de episodios The Crazy Ones probó que su repertorio era demasiado agotado, que la repetición y el estancamiento serían inevitables y que nunca alcanzaría el vuelo prometido.
#3. Super Fun Night (ABC)
Esta sitcom es creada, escrita y protagonizada por Rebel Wilson, actriz y comediante australiana conocida para el público estadounidense principalmente por su rol secundario en Bridesmaids y su protagonismo en la comedia musical Pitch Perfect. En estas dos películas, Wilson realmente se destaca con personajes muy divertidos, por lo que el siguiente paso natural fue protagonizar una sitcom propia.
Sin embargo, aquí las situaciones humorísticas se reducen por completo a la apariencia física de la protagonista y su condición de perdedora, agotándose rápidamente.
#2. Sean Saves the World (NBC)
El de Sean Hayes es otro de los grandes regresos de la televisión. Después de unos cuantos años, el protagonista de Will & Grace volvió a tomar el rol principal de una sitcom en horario central y nuevamente con un personaje gay, lo que además de ser importante para la comunidad LGBT, podía conducir a un éxito casi seguro.
Sin embargo, resultó en una gran decepción, principalmente por la simple razón de que no es demasiado graciosa. El propio Sean Hayes ha dicho, sin embargo, que la culpa de que casi nadie vea la serie es de la cadena NBC por no promocionarla adecuadamente, aunque viendo un par de episodios se puede sospechar que algunas otras razones hay detrás de esto.
#1. Dads (Fox)
La nueva sitcom de Fox, producida por Seth MacFarlane (y creada por dos guionistas y productores de Family Guy) se lleva todos los premios a la hora de hablar de la peor sitcom de 2013, lo que resultó muy sorpresivo por los nombres involucrados tanto delante como detrás de cámaras.
Con un elenco formado por Seth Green, Giovanni Ribisi, Peter Riegert y Martin Mull y una premisa que sonaba a priori más o menos interesante, Dads se las arregló para desaprovechar todos estos factores y convertirse en algo desagradable y de mal gusto. Los personajes son antipáticos y carecen de toda clase encanto y el humor, que intenta ser políticamente incorrecto, resulta llanamente agresivo y ofensivo.
Probablemente, el humor que es marca registrada de MacFarlane, funciona en gran parte gracias a que es entregado por dibujos y no por personas reales, mucho más difíciles de simpatizar.