Crítica de The Mechanic: El Negocio de la Muerte
The Mechanic, la más reciente remake hollywoodense de un film "antiguo", lleva a Jason Statham, un veterano y experto de la acción, a un papel previamente encarnado por Charles Bronson y que el actor logra convertir en suyo sin gran esfuerzo. La historia es relativamente simple, Arthur Bishop ( Statham) es el mejor asesino del mundo.
Sin embargo el trabajo solitario comienza a aburrirlo y decide entrenar a un discípulo, Steve McKenna (Ben Foster) para que cubra su espalda durante los trabajos más riesgosos.
Al principio todo parece marchar a la perfección entre alumno y maestro, hasta que este último decide que es hora de convertirse en el mejor asesino del mundo, algo que solo logrará matando a su predecesor. Esto le da un giro de 180º a la película y hace que el duelo final entre los dos asesinos sea entretenido, impredecible y particularmente cruel, ya que ambos aún son amigos.
La película me sorprendió gratamente, condensando en hora y media todos los ingredientes esenciales de un buen thriller de acción y sumándole algunos más que lo hacen distinguirse de la multitud.
Puntaje: 7/10- Un film más que entretenido, con algunos momentos formulaicos y predecibles pero que se sostiene bien en su elenco y en sus muy elaboradas escenas de acción.