Concursante de 'America's Next Top Model' reveló 5 oscuros secretos del programa
En 2003, Tyra Banks nos presentó uno de los reality shows más queridos y largos de todos los tiempos: America's Next Top Model ( ANTM) . Cada ciclo del programa nos sumergió en el glamour, arte, belleza y creatividad del modelaje mientras un grupo de aspirantes a modelos compite para convertirse en la siguiente supermodelo de EUA.
Como todo programa, no todo lo que vemos en pantalla es lo que en realidad sucede tras bambalinas ni tampoco somos conscientes de todo lo que viven las concursantes.
Sarah Hartshorne, la única modelo plus size del noveno ciclo, se ha dado a la tarea de revelar algunos secretos y dudas sobre el tan querido reality. Desde el seguimiento incisivo de las cámaras hasta la montaña rusa que eran las eliminaciones.
#1 El único lugar sin cámaras.... casi siempre
America's Next Top Model no sólo nos cautivó con las increíbles sesiones de fotos y evolución de las aspirantes a modelos, sino también con las vivencias y drama diario de las concursantes que compartían una misma casa. Todos teníamos un vistazo íntimo de sus vidas gracias a las cámaras que las seguían 24/7.
Durante todo el día, aún mientras dormían, cámaras estáticas o camarógrafos seguían las vidas de las modelos. El único lugar donde no era permitido grabar era el baño o la regadera PERO con una condición: sólo si entrabas sola, comentó Hartshorne.
Sin embargo, el micrófono sí tenía que estar prendido durante el tiempo que estuvieras en el baño, por ello, Sarah procuraba decir datos curiosos de tiburones para evitar que se filtrara un ruido no deseado.
En caso de que otra chica entrara contigo al baño o regadera, las cámaras tenían el derecho de estar ahí también. La conversación, interacción o drama que pudiera existir en ese espacio "privado" tenía que ser capturado, por lo que no tenías permitido cerrar la puerta.
#2 Análisis y exámenes
Antes de tener las cámaras encima, todas las concursantes tuvieron que someterse a una serie de análisis y exámenes. Hartshorne reveló que todos estos análisis de sangre se los hicieron en el hotel en donde se hospedaron antes de conocer la tan ansiada casa.
#3 El único pago
La ganadora del America's Next Top Model, por lo menos en el ciclo 9 donde estuvo Sarah, consiguió un contrato de modelaje con Elite Model Management, una portada en la revista Seventeen y un contrato de 100 mil dólares con CoverGirl.
De ahí en fuera, las otras concursantes sólo recibieron el aplauso de la audiencia y jueces, el reconocimiento de haber participado en el reality, un poco de fama y 40 dólares diarios, los cuáles realmente no podían ahorrarlos completamente, sino que era el dinero que tenían que utilizar para comprar su comida.
#4 ¿Cómo conseguían su comida?
Como ya vimos, el sueldo diario de 40 dólares de las modelos era el efectivo que debían utilizar para conseguir su comida. No obstante, las concursantes no podían simplemente ir a un restaurante o al súper por sus alimentos, ya que no estaba permitido salir sin supervisión.
Para tener comida en casa, las modelos debían hacer una lista del supermercado y dar el dinero necesario para comprar todo lo que pedían. Esto lo realizaban cada cinco días.
Los desayunos y cenas normalmente eran las comidas que las modelos debían preparar. En el ciclo de Sarah era una desafiante experiencia al no tener microondas y depender totalmente de preparaciones en la estufa.
En el caso de Sarah, su dieta dentro de la casa dependió casi siempre de lechuga y frijoles, de esta forma no gastaba tanto en comida y podía ahorrar. No obstante, su poca ingesta de alimentos ocasionó que bajara de peso y el panel de jueces la criticara por ello.
Durante el tiempo en el set, producción les proporcionaba algún servicio de comida a domicilio o catering, que igualmente las modelos debían pagar.
#5 Eliminaciones: horas de silencio
Las eliminaciones siempre estaban cargadas de tensión: nadie quiere despedirse del sueño de convertirse en la siguiente America's Next Top Model.
Sumado al estrés propio de ser eliminada, las modelos debían someterse a un estado de silencio total conocido como «on ice»: Producción no estaba al pendiente de ellas debido a que la atención estaba enfocada en el set del panel de jueces.
De acuerdo con Sarah, en ocasiones les proporcionaban su iPod para distraerse un poco, pero generalmente debían estar calladas durante horas.
Una vez que pasaban frente a los jueces, cada una de las concursantes se sometía a una crítica de 20 a 30 minutos. En televisión, realmente sólo vemos un breve sumario de las opiniones de los jueces.
¿Ya conocías alguno de los datos detrás de cámaras? ¿Qué te parecen?
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