6 razones por las que el live action de Batman: Year One no llegó al cine
Aunque la década de los 90 representó un calvario para el hombre murciélago –gracias (pero no gracias) a cintas como Batman Forever y Batman & Robin– también es cierto que un personaje como este, con un universo tan amplio, rico y poderoso, no puede ser destruido por cualquier George Clooney o algún otro Joel Schumacher del mundo.
Warner Bros. y DC Comics estaban muy conscientes de esto cuando a finales del siglo pasado decidieron planear el regreso de Bruce Wayne.
Batman: Year One fue el primer proyecto sobre la mesa y las siguientes razones son las que hicieron posibles la trilogía de Nolan que tantos momentos inolvidables nos dejó, aunque el punto de partida no haya llegado a la gran pantalla:
1. Un director interesado y con desinterés
Aunque existe la creencia popular de que Darren Aronofsky se moría por hacer la película, es posible que esto no sea cierto.
Durante aquella época, el director ya estaba a punto de estrenar su cinta de culto, Requiem for a Dream, mientras que intentaba sacarle el dinero a Warner Bros. para realizar The Fountain, una superproducción con Brad Pitt a la cabeza que no logró recaudar ni la mitad de su presupuesto, pero claro, cuando fue aprobada en el 2002 difícilmente se podría haber previsto que sería un fracaso.
Es probable que Aronofsky tuviese interés en Batman más para probarle al estudio que podía manejar un presupuesto abultado y no tanto por amor al personaje.
2. La propuesta
En el libro Tales From Development Hell se relata cómo Aronofsky prácticamente improvisó a la hora de proponerle el proyecto a WB. Su discurso de venta incluía a Clint Eastwood como un Bruce Wayne/Batman viviendo en una Ciudad Gótica filmada en Tokio. Esto fue suficientemente intrigante para el estudio como para darle visto bueno.
El director buscaba explorar lo que significa “para un hombre de verdad poner mayas y combatir el crimen” por lo que su versión del hombre murciélago se alejaría del mujeriego despreocupado de día y vigilante de noche que tan bien conocemos.
3. El guión
El cómic en el que se basaba la película, muestra cómo el héroe regresa a casa luego de 12 años de ausencia, solo para encontrar una Ciudad Gótica sumida en la corrupción. Al poco tiempo se hace amigo de Jim Gordon y juntos se encargan de desmantelar la mafia controlada por Carmine Falcone. Palabras más o palabras menos, esta es la base del aclamado cómic.
Sin embargo, Aronofsky y Miller cambiaron muchas cosas de cara al guión. Por ejemplo: Un Bruce Wayne viviendo en las calles que se educa a sí mismo con libros y crea sus armas él mismo hasta que decide aceptar su herencia familiar para viajar por el mundo entrenando y convirtiéndose en Batman.
Según el propio Frank Miller, el guion era bastante violento y hubiese requerido una calificación R, incluyendo elementos como prostitución, sadomasoquismo y la tendencia depresiva y suicida de Jim Gordon.
4. Nada que vender
Cuando se lee el guion de la película –que ha rodado por internet durante años– se concluye que nada en la historia suena como algo que pueda vender tantos productos promocionales para niños como lo desea un estudio como WB cuando se trata de una gallina de los huevos de oro.
No nos imaginamos al famoso menú de comida rápida para niños, incluyendo un Batman mendigo en su cajitas. Hablamos de Batman, un producto que su propietario espera explotar en cajas de cereal, juguetes, vajilla desechable para cumpleaños infantiles y un largo etcétera de productos infantiles que significan millones de dólares.
5. Frank Miller
Para ese momento, Robocop 2 y Robocop 3 eran las únicas experiencias previas de Miller como escritor en Hollywood, a quien le tocaba aprender mucho sobre el negocio del Cine, sobre todo en cuanto a presupuestos y repartos se refiere. Y, más importante aún, no volverse loco con personaje que, aunque siempre ha sido oscuro, seguía siendo para toda la familia, pero que luego del guión propuesto por él y Aronofsky, se había convertido en algo muy diferente.
Quizás la película hubiese sido un éxito comparable a 300 o Sin City, no lo sabemos, pero sí sabemos todos los problemas que Miller confrontó para hacer esas 2 cintas que juntas recaudaron lo que se espera de una sola película del murciélago… y quizás se quedaron cortos.
Ver también: Las 100 mejores historias de Batman
6. Christopher Nolan
Warner no solo tenía la propuesta de Aronofsky/ Miller sobre la mesa, también tenían un proyecto de Paul Dini para una cinta basada en Batman Beyond y hasta una Batman vs. Superman que finalmente terminó en manos de Zack Snyder unos 15 años más tarde.
Pero fue Nolan quien consiguió la luz verde para su Batman Begins, que sería su cuarta película luego de Following, Memento e Insomnia. El resto ya es una historia que ha sido muy bien contada.
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