Olga Salas aceptó un trabajo como niñera en Estados Unidos y fue así como se inició su calvario. Antes de cruzar la frontera fue víctima de agresiones por parte de la mujer que la contrató y la niña que cuidaría. Aún así, decidió ir en busca de una mejor vida. Sus patrones le pagaron a unos coyotes para ayudarla a cruzar la frontera pero ellos la dejaron abandonada en el camino. Pasaron 13 horas antes de que fuera interceptada por agentes fronterizos.