Conocido como 'el lago de los 7 colores', el Atitlán está rodeado de volcanes y poblados. Sus aguas claras y azules conservan su temperatura templada aún en épocas de más frías, lo que lo hace muy agradable para locales y visitantes. Sin embargo, ahora se encuentra cada vez más amenazado porque los afluentes llevan basura hacia él. Crédito: JOHAN ORDONEZ/AFP/Getty Images
Las comunidades circunvecinas dependen de su agua para vivir, cultivar y como medio de transporte. Ellos mismos reconocen que se podría hacer mucho por mejorar la conciencia ambiental e intergrar el reciclaje en los poblados para que el lago esté menos contaminado. Crédito: JOHAN ORDONEZ/AFP/Getty Images
Debido al incremento de basura y aguas no tratadas en 2009, 2015 y 2016 este lago experimentó un "florecimiento enorme" de cianobacterias. Según explica Mónica Orozco, directora del Centro de Estudios Atitlán de la privada Universidad del Valle de Guatemala, entonces las fuertes lluvias arrastraron desechos y nutrientes como fósforo y nitrógeno. Crédito: JOHAN ORDONEZ/AFP/Getty Images