Golpeó con violencia la mitad occidental del país asiático dejando a su paso precipitaciones torrenciales, desbordamientos de ríos, un fuerte oleaje que invadió costas y puertos, y vientos huracanados que superaron las 130 millas por hora (210 kph), según la Agencia Meteorológica nipona (JMA). En la imagen, una fachada destruida en un edificio de Osaka.
Crédito: AFP/Getty Images
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Un puente que conecta el aeropuerto de Kansai resultó dañado. Un buque cisterna, impulsado por el viento de Jebi, se estrelló contra la estructura. No estaba claro cuándo reabrirá el aeropuerto de esa ciudad y algunas carreteras y líneas de ferrocarril en las áreas afectadas continúan cerradas. Crédito: KYODO/Reuters
Así apiñados quedaron estos vehículos en una fábrica en Japón, tras el severo azote del tifón Jebi. El gigante automovilístico Toyota Motor, detuvo el trabajo en 14 de sus plantas del país, su subsidiaria Daihatsu Motor o la tecnológica Panasonic, que también cerraron temporalmente varias de sus fábricas. Crédito: Kyodo/via REUTERS